La Navidad ya está aquí como cada año, un periodo que nos invita a parar, observar nuestro entorno y también a nosotros mismos. Desde Somos Psicoterapia queremos aprovechar este momento para destacar la importancia del cuidado mutuo, la conexión entre las personas y el acompañamiento genuino.

En un mundo que parece encaminarse hacia el individualismo, donde lo material se confunde con lo esencial, es más importante que nunca tener presente qué es lo que verdaderamente nos sostiene: los vínculos reales, la presencia y el cuidado, tanto el que otorgamos a los demás como el que recibimos de otros y de nosotros mismos.

Que esta felicitación nos recuerde a todos algo esencial: siempre habrá una mano amiga dispuesta a coger la nuestra para empezar a caminar. A veces no vemos esa mano porque estamos demasiado hundidos en nuestras preocupaciones, pero eso no significa que no exista. Puede estar en un ser querido, en un profesional, en alguien inesperado, o incluso en esa parte de nosotros que aún guarda un poquito de esperanza.

Deseamos estas fiestas que cada persona, en la medida de sus posibilidades, encuentre un espacio de calma, aunque sea pequeño. Un espacio donde respirar, escucharse y reconectar con lo importante. Ojalá podamos permitirnos momentos de paz en medio del ruido, momentos de contacto genuino, momentos en los que dejar de lado la prisa, las exigencias y las comparaciones para volver a lo esencial: el afecto, el cuidado y la presencia auténtica.

Depende de todos que aprendamos a cuidarnos de verdad y a crear vínculos de calidad. Vínculos que no se basen en expectativas o apariencias inalcanzables, sino conexiones genuinas, humanas e imperfectas. Vínculos que ofrezcan sostén, respaldo, aprendizaje y que nos permitan ser vulnerables. En una sociedad cada vez más materialista, donde la productividad parece ser lo único que importa, deseamos que podamos recordar como sociedad que las cosas realmente valiosas no se compran ni se miden, sino que se crean cada día con dedicación y honestidad.

Que este año 2026 traiga más comprensión, más humanidad, más calma y más vínculos reales. Porque al final, lo que nos sostiene no son las cosas, sino las personas. 

¡Feliz Navidad a todos!