Centro Somos Psicoterapia
Psicólogos en Arganzuela, en Madrid
Las técnicas narrativas, un recurso muy útil para la regulación emocional
La terapia narrativa destaca la importancia que tienen los relatos autogenerados en nuestro estilo de vida y considera que éstos son un foco importante de intervención en el proceso de terapia: el paciente hace conscientes esas historias sobre su propia vida, y descubre conexiones y conflictos no elaborados.
Las experiencias que vivimos nos van conformando como personas a medida que crecemos, vamos generando expectativas y creencias sobre nosotros mismos y el entorno, anticipamos lo que va a suceder en función de lo que ya sucedió en el pasado. Pero esto no se produce de forma automática, sino que son las historias que creamos acerca de nuestra vida las que determinan la forma en la que la vivimos, cómo nos vinculamos con los demás y como afrontamos las dificultades diarias.
De una forma prácticamente inconsciente, las experiencias que vivimos se van incorporando a nuestro repertorio de recuerdos de una forma narrada, que puede adquirir muchos matices, como si de una novela se tratara.
Cada persona construirá su propia historia en función de muchas variables, como son el estilo de crianza, las características biológicas, los eventos traumáticos y estresantes, la calidad de su apoyo social, etc. Estas narrativas que generamos sobre los eventos que nos suceden condicionan lo que consideramos sobre nuestro pasado, la forma en la que nos manejamos en nuestro presente, y cómo anticipamos nuestro futuro.
Escribir, pintar, narrar, en definitiva, plasmar nuestros conflictos y problemas, es un paso en la dirección correcta hacia la aceptación.
La terapia narrativa destaca la importancia que tienen los relatos autogenerados en nuestro estilo de vida, y considera que estos son un foco importante de intervención en el proceso de terapia. A través de la terapia, el paciente hace conscientes esas historias sobre su propia vida, y descubre conexiones y conflictos no elaborados, de manera que puedan ser re-narrados e integrados en nuestras redes de memoria.
Muchos elementos de nuestra historia, a pesar de encontrarse en nuestro espacio mental, no son accesibles voluntariamente por la persona, ya que están registrados en lo que llamamos memoria implícita (no consciente). Mediante la narración, estos elementos ocultos empiezan a hacerse visibles, se vuelven manejables, y se incorporan a la memoria explícita, lo que fomenta la resiliencia y el autoconocimiento. Pero además, la terapia narrativa no pretende que las personas realicen meramente un registro pasivo de lo que sucedió en el pasado, sino que implica un trabajo activo de reconstrucción y revisión de la propia historia.
Por tanto, la terapia narrativa enfatiza el trabajo con los relatos que elaboran las personas para producir cambios psicológicos ya que permiten reparar el daño psicológico causado en el pasado y reescribir su historia, incluyendo elementos más adaptativos, realistas y ajustados. Además, se añade el componente emocional tanto en las historias pasadas como en las que están por generar, ya que es fundamental para poder comprender el impacto que tuvieron en nosotros las experiencias que vivimos en el pasado, y la gestión que hacemos de nuestra vida y cómo nos relacionamos con los demás, con el entorno y con nosotros mismos.
En terapia psicológica se trabaja a menudo con recursos narrativos que potencian considerablemente los beneficios que se pueden obtener de la misma. En definitiva, el trabajo con estos recursos fomenta la imaginación y la creatividad, favorece la estimulación del hemisferio derecho y la regulación emocional y permite la integración y el procesamiento de nuestra historia vital.
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