Centro Somos Psicoterapia
Psicólogos en Arganzuela, en Madrid

Nuestro blog sobre psicología

Las necesidades básicas de los seres humanos

Las necesidades básicas no solo son aquellas que garantizan nuestra supervivencia, sino que también contemplan aquellas que se relacionan con el adecuado desarrollo del autoconcepto de una persona, y el establecimiento de una autoestima sana.

Probablemente cuando alguien piensa en las necesidades básicas de un ser humano, lo primero que le viene a la mente es aquello que garantiza la supervivencia en este mundo, es decir, las necesidades fisiológicas (alimentación, sueño, higiene) o las necesidades de preservación de la propia integridad (seguridad, protección).  Según el conocido psicólogo humanista Abraham Maslow, estas necesidades se encuentran en la base de su conocida pirámide (conocida como Pirámide de Maslow, o Jerarquía de las necesidades humanas).

Las necesidades fisiológicas necesitan ser cubiertas para garantizar el buen funcionamiento del organismo, es decir, para mantener la homeostasis. Como es esperable, además de garantizarse la homeostasis, los seres humanos necesitan sentirse seguros y protegidos, sentirse integrados en un sistema social que les ampare, y también tener la confianza en sus propias capacidades para defenderse y proveerse de lo necesario para garantizar su integridad.

Pirámide de Maslow. Psicólogos en Arganzuela, Madrid

La jerarquía de las necesidades humanas o Pirámide de Maslow se recogió por primera vez en la obra del autor 'Una teoría sobre la motivación humana' en 1943

Sin embargo, hay otras necesidades que, si bien no se relacionan directamente (pero sí indirectamente) con la homeostasis y el correcto funcionamiento del organismo y la integridad física (aunque estas necesidades primarias deben estar cubiertas para poder acceder a las más elevadas), sí que tienen una gran implicación en el desarrollo psicoemocional de todos los seres humanos, y tienen una especial importancia en la más temprana infancia. Cuando estas necesidades no son cubiertas cuando somos niño/as, arrastramos carencias durante años, incluso toda una vida, si no somos capaces de detectarlas.

Estas carencias afectivas generan un gran impacto psicológico en la persona que las sufre, y puede incluso generar un trauma vincular. La importancia de la atención a estas necesidades básicas emocionales, tiene que ver con el desarrollo de una adecuada autoestima en el niño/a, y un autoconcepto sólido e integrado. Estas necesidades Maslow las recoge en los tres niveles superiores, y las denomina necesidades de afiliación (o la necesidad de estar en relación con otra personas, de pertenecer, de tener un lugar), necesidades de estima o reconocimiento (de ser reconocido como un ser valioso y digno, tener confianza en uno mismo y en los demás) y necesidades de autorrealización (de encontrar un sentido a la propia vida, implica la satisfacción con nuestro cometido, nuestros ideales, nuestro ser).

Es fundamental que estas necesidades superiores (pero igualmente básicas para garantizar la calidad de vida de la persona) sean identificadas y trabajadas por cada uno de nosotros. Cuando una persona presenta un síntoma a nivel psicológico, debemos prestar una enorme atención a la posibilidad de que dicho síntoma esté directa o indirectamente relacionado con que alguna de estas carencias no hayan sido cubiertas, especialmente en la infancia. Por ello es fundamental repasar exhaustivamente la historia de vida de cada una de las personas que acuden a terapia psicológica e identificar posibles patrones disfuncionales en la crianza y las experiencias de aprendizaje tempranas. Las carencias a nivel de emocional que se producen en esta etapa son vitales para determinar la salud psicológica que la persona puede acabar desarrollando.

Las necesidades básicas de los seres humanos. Psicólogos en Arganzuela, Madrid

La infancia es una etapa especialmente vulnerable ante la falta de atención a las necesidades básicas por parte de las figuras de apego principales.

Las figuras de apego principales (generalmente los padres) son los principales responsables de la atención a las necesidades básicas de sus hijos, tanto las más básicas (fisiológicas y de seguridad) como las superiores (más relacionadas con el sentido integrado del yo, la autoestima y la salud psicológica y emocional). Para el lector interesado, explicaremos a continuación algunas de las necesidades más conflictivas a nivel emocional y que más menudo nos encontramos descubiertas en la historia vital de nuestros pacientes:

  • Atención plena: Todos los seres humanos necesitamos que nos atiendan plenamente y que nos hagan sentir importantes y valiosos. Hemos oído muchas veces (o a lo mejor incluso nosotros mismos nos sentimos identificados con ello) la frase de ‘este niño/a es muy independiente, se entretiene solo, no necesita que esté todo el tiempo pendiente de él/ella’. Posiblemente ese niño desarrollará la sensación de que no es tan importante como para que sus padres (y posteriormente lo extrapolará a otras relaciones de apego) quieran pasar tiempo con él, y por tanto, tenderá a una independencia forzada, muy alejada de lo realmente saludable para generar en ellos una sana autoestima.
  • Amor explicitado: Las personas no solo necesitamos recibir amor, o ‘intuir’ que somos queridos, sino que necesitamos que las personas que son importantes para nosotros nos hagan llegar explícita, verbal y físicamente ese amor. No es suficiente dar por hecho que una persona nos quiere, necesitamos que dicha persona nos verbalice ese sentimiento, y que nos mire de forma incondicional.

Los seres humanos necesitamos estar en contacto con nuestros seres queridos, y ese contacto debe ser genuino, cercano y sincero, especialmente cuando somos niños. Los niños necesitan verbalizar y que se les verbalice, necesitan traducir la información que reciben del mundo externo y que les quede muy claro lo que los demás sienten por ellos. Un niño al que no se le expresa claramente un amor incondicional, no podrá sentirse realmente querido incluso aunque en su etapa adulta tenga gente a su alrededor que sí le demuestre dicho amor, a no ser que detecte esa carencia afectiva y trabaje para cubrirla y reparar la herida que generó.

  • Regulación emocional: En relación con lo que comentábamos antes, los niños (y los adultos) necesitan que se les traduzca la información externa, pero no solo lo que viene de fuera es importante, sino también lo que viene de dentro. Los niños no son capaces de entender por su propia cuenta lo que están sintiendo, son las figuras de apego las encargados de traducir esas emociones y darles un nombre, además de validarlas y dar permiso para experimentarlas (ya sean emociones ‘agradables’ como la alegría, el interés, la curiosidad o el amor, o emociones más ‘problemáticas’, especialmente para los adultos, como son la tristeza, la rabia o el miedo).
  • Sintonía emocional: esta necesidad está directamente relacionada con la anterior, ya que no es suficiente con reconocer y ayudar a un niño a identificar sus emociones, sino que es fundamental que se legitimen todas ellas, y que pueda ser libre para expresar sus emociones en un contexto de seguridad, sin sentirse juzgado o inadecuado por ello.
  • Seguridad/protección: aunque esto ya lo comentábamos anteriormente, ya que es uno de los grupos de necesidades que Maslow identificaba como básicas, creemos especialmente relevante destacarlas en relación al apego, ya que es uno de los factores principales que influirán en que una persona desarrolle un apego seguro o inseguro. Los cuidadores principales de un niño o niña deben garantizar la seguridad del mismo y además transmitirle esa seguridad. Pero además de ello, también deben ser capaces de permitir que el niño o la niña tomen ciertos riesgos (dentro de unos límites), como por ejemplo jugar en los columpios o el tobogán, discutir con algún amigo o amiga o ya siendo más mayores, salir de fiesta o conducir, sabiendo que si lo necesitan, sus padres estarán ahí para ayudarles y seguir protegiéndoles cuando lo soliciten.
  • Límites: al igual que decíamos que los niños necesitan que se les explicite el amor que se siente por ellos de forma clara, también necesitan tener claros cuáles son los límites de su comportamiento, y qué líneas no se deben sobrepasar para que su funcionamiento sea adaptativo. Debe haber un equilibrio entre la libertad y legitimidad para experimentar, probar, equivocarse, arriesgarse... y la explicitación y mantenimiento de ciertos límites. Muchas personas en su etapa adulta no saben dónde ubicarse, refieren sentirse ‘perdidos’ o ‘sin rumbo’, y pueden desarrollar conductas autodestructivas y con una notable falta de autocuidado. Muchos de estos adultos tuvieron una notable falta de límites en su infancia, no se les enseñó cómo hacerse cargo de sí mismos y cuáles eran los límites en los cuales debía encuadrar su comportamiento para ajustarse al entorno y sentirse seguros (tanto interna como externamente).
  • Estimulación/motivación/capacitación: otra de las necesidades básicas de todos los seres humanos es desarrollar motivación para actuar, desarrollar ese impulso que les lleve a luchar por lo que quieren, ya sean objetivos simples o más elevados. Los cuidadores principales deben ayudar a los niños a encontrar sus propias motivaciones e intereses, y estimular la curiosidad por desarrollarlos.

A su vez, también es fundamental que se desarrollen las capacidades suficientes para enfrentar los desafíos diarios, y esto implica instrucción y guía por parte de las figuras de apego. Estas deben implicarse en la educación y formación de sus hijos, tratando siempre con respeto y adecuando dicha formación y capacitación a los tiempos y necesidades particulares de cada niño.

Como decimos, el apego y el estilo de crianza, y con ello, la atención a las necesidades básicas de los seres humanos, son factores clave en el desarrollo de una sana autoestima. Por ello, en terapia psicológica tratamos de ayudar y guiar al paciente para que identifique cuáles han sido los puntos vitales en los cuales sus necesidades no han sido cubiertas, y cuáles de ellas les resultan especialmente problemáticas. Resulta fundamental que todos los adultos identifiquemos cuales son nuestras necesidades no cubiertas, y valorar de qué manera pueden estar afectando estas carencias a nuestra salud psicológica y emocional, y a forma que tenemos de relacionarnos con nuestro entorno y con nosotros mismos.

Si quieres más información contacta con nosotros» para una primera sesión gratuita y comenzar a cambiar tu vida.

Image

Centro Somos Psicoterapia
Psicólogos en Arganzuela, en Madrid

En caso de no contestar al teléfono por estar en consulta, puedes utilizar el WhatsApp, email o nuestro formulario de contacto. Te responderemos lo antes posible.

Contacta con Somos Psicoterapia por WhatsApp